Semana Santa en el Pequeño Cottolengo de Rancagua: Un camino de fe, amor y esperanza
La Semana Santa 2025 fue vivida con profunda devoción y alegría por toda la familia del Pequeño Cottolengo de Rancagua. Desde el Domingo de Ramos hasta la Pascua de Resurrección, cada momento se transformó en una oportunidad para renovar la fe, fortalecer los lazos comunitarios y seguir caminando al estilo de San Luis Orione.
Domingo de Ramos: Entrada triunfal de la fe
Nuestros residentes participaron con alegría y devoción en la celebración de Domingo de Ramos en la Parroquia Cristo Rey. Con ramos en mano, revivimos la entrada de Jesús en Jerusalén, dando inicio solemne a esta semana de gracia.
Lunes Santo: Bendición y esperanza compartida
El lunes, los trabajadores y trabajadoras del Pequeño Cottolengo recibieron ramos bendecidos, signo de paz y renovación espiritual. Fue un gesto lleno de gratitud hacia quienes, día a día, entregan su servicio con amor y vocación.
Miércoles Santo: Lavado de pies y comunidad
Celebramos con emoción la Misa de la Cena del Señor, incluyendo el tradicional lavado de pies, como expresión de humildad y entrega. La participación activa de residentes, profesionales y cuidadoras fortaleció la comunión y nos recordó el llamado cristiano a servir.
Jornada de reflexión: Escuchar y compartir desde el corazón
Durante la jornada de reflexión del Jueves Santo, parte del personal profesional vivió un espacio profundo de diálogo y conexión. En un ambiente de recogimiento, reafirmamos el sentido de nuestra misión: trabajar con y para los demás, desde el corazón.
Viernes Santo: Viacrucis con la comunidad
Nuestros residentes y equipo participaron con fe en el Viacrucis organizado por la Parroquia Cristo Rey, acompañando a Jesús en su camino hacia la cruz. Fue una vivencia espiritual que nos unió como familia orionista, fortaleciendo el espíritu de entrega y esperanza.
Pascua de Resurrección: ¡Cristo vive entre nosotros!
Con inmensa alegría proclamamos: ¡Cristo ha resucitado! Esta verdad ilumina nuestra misión y renueva el ánimo con que servimos a los más pequeños. La celebración de la Pascua fue vivida con gratitud, alegría y una firme confianza en que la vida siempre triunfa sobre la muerte.
Un gesto de amor: Huevitos de Pascua y fraternidad
Como signo de esta nueva vida, compartimos huevitos de Pascua con nuestros residentes y colaboradores. Más que un presente dulce, fue una expresión del amor de Cristo resucitado, que nos impulsa a seguir caminando con ternura, al estilo de San Luis Orione.
Gracias a todos quienes hicieron posible esta Semana Santa tan significativa
En cada gesto, oración y servicio, reconocemos la presencia viva de Jesús entre nosotros. Sigamos construyendo una comunidad de fe, esperanza y caridad.














